perdida de memoria en personas mayores

Pérdida de memoria en Personas Mayores

¿Te preocupan tus olvidos? Aprende lo que es normal cuando se trata de pérdida de memoria y envejecimiento, y cómo reconocer los signos de problemas más graves.

Pérdida de memoria y envejecimiento

Todos hemos perdido alguna vez las llaves, nos hemos olvidado del nombre de alguien o de un número de teléfono.

Cuando somos jóvenes, no solemos prestar mucha atención a estos lapsus, pero a medida que envejecemos, podemos preocuparnos por lo que significan.

Quizá empieces a hablar de una película que has visto hace poco y te des cuenta de que no recuerdas el título.

Estás dando indicaciones para llegar a tu casa cuando de repente te quedas en blanco con el nombre de una calle conocida.

O te encuentras en medio de la cocina preguntándote para qué has entrado.

Los olvidos pueden resultar frustrantes, pero generalmente no hay motivo de preocupación. Los cambios en la memoria asociados al envejecimiento no son equivalentes a la demencia.

A medida que envejecemos, experimentamos transformaciones físicas que pueden afectar el funcionamiento normal del cerebro al que siempre hemos estado acostumbrados. Nos lleva más tiempo aprender y recordar información.

Ya no somos tan ágiles como solíamos ser. De hecho, en muchas ocasiones confundimos esta ralentización de nuestros procesos mentales con una auténtica pérdida de memoria. Sin embargo, en la mayoría de los casos, si nos tomamos nuestro tiempo, la información acabará llegando a nuestra mente.

Por lo tanto, aunque es cierto que ciertos cambios cerebrales son inevitables con la edad, los grandes problemas de memoria no son uno de ellos. Por eso es importante conocer la diferencia entre los olvidos normales relacionados con la edad y los síntomas que pueden indicar un problema cognitivo en desarrollo.

La pérdida de memoria relacionada con la edad y el cerebro

El cerebro tiene la capacidad de generar nuevas células en cualquier etapa de la vida, lo que significa que la pérdida importante de memoria no es inevitable a medida que envejecemos.

Sin embargo, al igual que sucede con los músculos, es necesario utilizarlo o se puede perder.

El estilo de vida, los hábitos y las actividades diarias tienen un impacto significativo en la salud cerebral. No importa la edad que tengas, existen numerosas formas de mejorar tus habilidades cognitivas, prevenir la pérdida de memoria y salvaguardar la salud de tu cerebro.

Además, muchas capacidades mentales no se ven afectadas en gran medida por el envejecimiento normal, como por ejemplo:

  • Tu capacidad para hacer las cosas que siempre has hecho y sigues haciendo a menudo.
  • La sabiduría y los conocimientos adquiridos a lo largo de la vida.
  • Tu sentido común innato y Tu capacidad para formular argumentos y juicios razonables.

Tres causas de la pérdida de memoria en personas mayores relacionada con la edad

El hipocampo, una región del cerebro implicada en la formación y recuperación de recuerdos, suele deteriorarse con la edad.

Las hormonas y proteínas que protegen y reparan las células cerebrales y estimulan el crecimiento neuronal también disminuyen con la edad.

Las personas mayores suelen experimentar una disminución del flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede deteriorar la memoria y provocar cambios en las capacidades cognitivas.

Olvido normal frente a demencia

Para la mayoría de las personas, los lapsus ocasionales de la memoria a corto plazo son una parte normal del proceso de envejecimiento, no una señal de alarma de un deterioro mental grave o de la aparición del Alzheimer u otra demencia.

Los siguientes tipos de lapsus de memoria son normales entre las personas mayores y, por lo general, no se consideran señales de advertencia de demencia:

  • Olvidar de vez en cuando dónde has dejado cosas que utilizas habitualmente, como las gafas o las llaves.
  • Olvidar nombres de conocidos o bloquear un recuerdo con otro similar, como llamar a un nieto por el nombre de tu hijo.
  • Olvidar de vez en cuando una cita o entrar en una habitación y olvidar por qué has entrado.
  • Distraerte con facilidad o tener problemas para recordar lo que acabas de leer o los detalles de una conversación.
  • No ser capaz de recuperar información que tienes «en la punta de la lengua».

¿Afecta la pérdida de memoria a tu capacidad funcional?

La principal diferencia entre la pérdida de memoria relacionada con la edad y la demencia es que la pérdida de memoria no es incapacitante.

Los lapsus de memoria afectan poco a tu rendimiento diario y a su capacidad para hacer lo que quieres.

La demencia, en cambio, se caracteriza por un deterioro persistente e incapacitante de dos o más capacidades intelectuales, como la memoria, el lenguaje, el juicio y el pensamiento abstracto.

Cuando la pérdida de memoria se vuelve tan generalizada y grave que interrumpe tu trabajo, tus aficiones, tus actividades sociales y tus relaciones familiares, es posible que estés experimentando los signos de advertencia de la enfermedad de Alzheimer, de otro trastorno que causa demencia o de una afección que imita la demencia.

 

Cambios normales de la memoria relacionados con la edadSíntomas que pueden indicar demencia
Eres capaz de funcionar de forma independiente y realizar actividades normales, a pesar de tener lagunas de memoria ocasionales. Dificultad para realizar tareas sencillas (pagar facturas, vestirse adecuadamente, fregar los platos). Olvidar cómo hacer cosas que has hecho muchas veces.
Capaz de recordar y describir incidentes de olvido.Incapaz de recordar o describir casos concretos en los que la pérdida de memoria te causó problemas.
Puedes hacer pausas para recordar direcciones, pero no te pierdes en lugares familiares.Te pierdes o desorientas incluso en lugares familiares; eres incapaz de seguir instrucciones.
Dificultad ocasional para encontrar la palabra adecuada, pero no tienes problemas para mantener una conversación.Las palabras se olvidan, se usan mal o se confunden con frecuencia. Repites frases e historias en la misma conversación.
Capacidad de juicio y de toma de decisiones igual que siempre.Problemas para tomar decisiones. Puedes mostrar falta de juicio o comportarte de forma socialmente inapropiada.

Síntomas del deterioro cognitivo leve (DCL)

El declive cognitivo leve (DCL) es una etapa intermedia entre los cambios cognitivos normales asociados al envejecimiento y los síntomas más severos que indican demencia.

El DCL puede implicar problemas de memoria, lenguaje, pensamiento y juicio que son más pronunciados que los cambios normales relacionados con la edad, pero la línea que separa el DCL de los problemas de memoria normales no siempre es clara.

Por lo general, es una diferencia de grado.

Por ejemplo, es normal tener algunas dificultades para recordar los nombres de las personas a medida que envejecemos. Sin embargo, no es normal olvidar los nombres de familiares y amigos cercanos y no poder recordarlos después de un tiempo.

Si experimentas un declive cognitivo leve, es probable que tú y tus familiares o amigos cercanos sean conscientes de los cambios en tu memoria o funciones mentales. Sin embargo, a diferencia de las personas con demencia, aún puedes desenvolverte en tu vida diaria sin depender de los demás.

Aunque muchas personas con DCL terminan desarrollando enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia, esto no significa que sea inevitable.

Algunas personas con DCL se estabilizan en una fase de deterioro relativamente leve, mientras que otras incluso pueden volver a la normalidad. El curso es difícil de predecir, pero en general, cuanto mayor sea el deterioro de la memoria, mayor será el riesgo de desarrollar demencia en el futuro.

Síntomas del DCL Deterioro Cognitivo Leve

Los síntomas más frecuentes incluyen:

  • Pérdida o extravío frecuente de objetos.
  • Olvidar con frecuencia conversaciones, citas o eventos.
  • Dificultad para recordar los nombres de personas nuevas.
  • Dificultad para mantener el hilo de una conversación.

Causas reversibles de la pérdida de memoria

Es importante recordar que la pérdida de memoria no significa automáticamente que padezcas demencia.

Hay muchas otras razones por las que puedes estar experimentando problemas cognitivos, como el estrés, la depresión e incluso deficiencias vitamínicas. Por eso es tan importante acudir al médico para obtener un diagnóstico oficial si tiene problemas.

A veces, incluso lo que parece una pérdida de memoria importante puede estar causado por afecciones tratables y factores externos reversibles, como:

Depresión

La depresión puede imitar los signos de la pérdida de memoria y dificultar la concentración, la organización, el recuerdo y la realización de tareas.

La depresión es un problema común en los adultos mayores, especialmente si usted es menos sociable y activo de lo que solía ser o si ha experimentado recientemente una serie de pérdidas importantes o cambios importantes en su vida (jubilación, un diagnóstico médico grave, la pérdida de un ser querido, mudarse de su casa).

Deficiencia de vitamina B12

La vitamina B12 protege las neuronas y es vital para el funcionamiento saludable del cerebro.

De hecho, la falta de vitamina B12 puede causar daños permanentes en el cerebro. Las personas mayores tienen una tasa de absorción nutricional más lenta, lo que puede dificultar la obtención de la vitamina B12 que su mente y su cuerpo necesitan.

Si fumas o bebes, puedes correr un riesgo especial. Si se trata precozmente una carencia de vitamina B12, se pueden revertir los problemas de memoria asociados. El tratamiento consiste en una inyección mensual.

Problemas de tiroides

La glándula tiroides controla el metabolismo: si es demasiado rápido, puede sentirse confuso, y si es demasiado lento, puede sentirse lento y deprimido.

Los problemas de tiroides pueden causar problemas de memoria, como falta de memoria y dificultad para concentrarse. La medicación puede revertir los síntomas.

Abuso de alcohol

El consumo excesivo de alcohol es tóxico para las células cerebrales, y el abuso de alcohol provoca pérdida de memoria.

Con el tiempo, el abuso de alcohol también puede aumentar el riesgo de demencia. Debido a los efectos perjudiciales del consumo excesivo de alcohol, los expertos aconsejan limitar la ingesta diaria a sólo 1 ó 2 copas.

Deshidratación

Las personas mayores son especialmente susceptibles a la deshidratación. La deshidratación grave puede causar confusión, somnolencia, pérdida de memoria y otros síntomas parecidos a la demencia.

Es importante mantenerse hidratado (entre 6 y 8 bebidas al día).

Presta especial atención si tomas diuréticos o laxantes o padeces diabetes, hiperglucemia o diarrea.

Efectos secundarios de la medicación

Muchos medicamentos recetados y de venta libre o combinaciones de medicamentos pueden causar problemas cognitivos y pérdida de memoria como efecto secundario.

Esto es especialmente frecuente en los adultos mayores porque descomponen y absorben la medicación más lentamente.

Entre los medicamentos habituales que afectan a la memoria y a la función cerebral se encuentran los somníferos, los antihistamínicos, los medicamentos para la tensión arterial y la artritis, los relajantes musculares, los fármacos anticolinérgicos para la incontinencia urinaria y las molestias gastrointestinales, los antidepresivos, los ansiolíticos y los analgésicos.

¿Tomas tres o más medicamentos?

Además de ciertos medicamentos individuales, tomar demasiados medicamentos también puede crear problemas cognitivos.

Un estudio reciente descubrió que cuantos más medicamentos se toman, mayor es el riesgo de atrofia cerebral. Los investigadores descubrieron que la pérdida de materia gris era más aguda en las personas que tomaban tres o más medicamentos diferentes.

Si te preocupan los medicamentos que tomas, habla con tu médico. Pero NO dejes de tomar tus medicamentos sin el consentimiento de su médico.

¿Cómo compensar la pérdida de memoria?

Las mismas prácticas que contribuyen a un envejecimiento saludable y a la vitalidad física también contribuyen a una memoria sana. Por lo tanto, si tomas medidas a tiempo para prevenir el deterioro cognitivo realizando actividades de estimulación cognitiva, también estarás mejorando todos los demás aspectos de tu vida.

Mantén relaciones sociales habitualmente

Las personas que no mantienen relaciones sociales con familiares y amigos corren un mayor riesgo de sufrir problemas de memoria que las que tienen fuertes lazos sociales.

Una interacción social cara a cara de calidad puede reducir enormemente el estrés y es una potente medicina para el cerebro, así que programa tiempo con tus amigos, únete a un club de lectura o visita el centro de mayores de su localidad. 

Deja de fumar

Fumar aumenta el riesgo de trastornos vasculares que pueden causar ictus y estrechar las arterias que llevan oxígeno al cerebro. Al dejar de fumar, el cerebro se beneficia rápidamente de la mejora de la circulación.

Controla el estrés.

El cortisol, la hormona del estrés, daña el cerebro con el tiempo y puede provocar problemas de memoria.

Pero incluso antes de que eso ocurra, el estrés o la ansiedad pueden causar dificultades de memoria en el momento.

Cuando estás estresado o ansioso, es más probable sufrir fallos de memoria y tener problemas para aprender o concentrarse. Pero unas sencillas técnicas de control del estrés pueden minimizar estos efectos nocivos.

Duerme lo suficiente

Dormir bien a medida que se envejece es necesario para la consolidación de la memoria, el proceso de formación y almacenamiento de nuevos recuerdos para poder recuperarlos más adelante.

La falta de sueño reduce el crecimiento de nuevas neuronas en el hipocampo y provoca problemas de memoria, concentración y toma de decisiones. Incluso puede provocar depresión, otro asesino de la memoria.

Vigila lo que comes

Come mucha fruta y verdura y beba té verde, ya que estos alimentos contienen antioxidantes en abundancia, que pueden evitar que sus neuronas se «oxiden».

Los alimentos ricos en grasas omega-3 (como el salmón, el atún, la trucha, las nueces y las semillas de lino) son especialmente buenos para el cerebro y la memoria. Sin embargo, ingerir demasiadas calorías puede aumentar el riesgo de desarrollar pérdida de memoria o deterioro cognitivo.

Haz ejercicio con regularidad

Comenzar una rutina de ejercicio regular, que incluya ejercicios cardiovasculares y de fuerza, puede reducir el riesgo de desarrollar demencia hasta en un 50 por ciento.

Es más, el ejercicio también puede ralentizar el deterioro en quienes ya han empezado a desarrollar problemas cognitivos. El ejercicio protege contra el Alzheimer estimulando la capacidad del cerebro para mantener las conexiones antiguas y crear otras nuevas.

Caminar: una forma fácil de combatir la pérdida de memoria

Nuevas investigaciones indican que caminar entre 10 y 15 kilómetros cada semana puede prevenir la contracción cerebral y la pérdida de memoria.

Según la Academia Americana de Neurología, los adultos mayores que caminaban entre 10 y 15 km por semana tenían más materia gris en el cerebro nueve años después del inicio del estudio que las personas que no caminaban tanto.

Ejercicios cerebrales para combatir la pérdida de memoria

Al igual que el ejercicio físico puede fortalecer y mantener más fuerte el cuerpo, el ejercicio mental puede hacer que el cerebro funcione mejor y reducir el riesgo de deterioro mental.

Intenta encontrar ejercicios cerebrales que te resulten agradables.

Cuanto más placentera te resulte una actividad, más potente será su efecto sobre el cerebro. Puedes hacer que algunas actividades le resulten más agradables apelando a sus sentidos, por ejemplo, poniendo música durante el ejercicio, encendiendo una vela aromática o recompensándose al terminar.

He aquí algunas ideas para ejercitar el cerebro, desde ejercicios ligeros hasta levantamientos pesados:

  • Juega a juegos con los que no estés familiarizado y que impliquen estrategia, como el ajedrez o el bridge, y a juegos de palabras como el Scrabble.
  • Prueba a hacer crucigramas y otros juegos de palabras, o rompecabezas numéricos como el Sudoku.
  • Lee periódicos, revistas y libros que le supongan un reto.
  • Acostúmbrate a aprender cosas nuevas: juegos, recetas, rutas, un instrumento musical, una lengua extranjera.
  • Haz un curso sobre un tema desconocido que te interese. Cuanto más interesado y comprometido esté su cerebro, más probable serás que siga aprendiendo y mayores serán los beneficios que experimentes.
  • Mejora lo bien que haces las actividades que ya realizas. Si ya hablas una lengua extranjera, comprométete a mejorar su fluidez. O si te gusta jugar al golf, reduzca su handicap.
  • Emprende un proyecto que implique diseño y planificación, como un nuevo jardín, una colcha o un estanque koi.

Desde Atès a Casa te ofrecemos terapias de estimulación cognitiva a domicilio.

 

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