anorexia en adultos mayores

Hiporexia y Anorexia en adultos mayores. ¿Cómo mejorar la nutrición de las personas mayores?

Anorexia en adultos mayores

La incidencia y el impacto de la desnutrición y anorexia en las personas mayores están subestimados. La mejor opción para tratar la desnutrición es mejorar la conducta alimentaria con una alimentación y la bebida normales.

Una conducta alimentaria con un enfoque adecuado fomenta la ingesta de comidas y tentempiés frecuentes, pequeños y ricos en energía y proteínas.

Los suplementos nutricionales para el aumento de peso no suelen ser necesarios, a menos que el peso corporal no pueda mantenerse con una dieta equilibrada normal, o si los alimentos no pueden ingerirse con seguridad.

Conceptos clave para evitar la anorexia e hiporexia

  • La primera opción de tratamiento para los ancianos desnutridos es el «Food First» es decir la comida es lo primero. Esto consiste en tomar tentempiés y comidas pequeñas pero frecuentes, con alto contenido energético y proteínico.
  • En general, no se recomienda el uso de suplementos nutricionales orales (piensos preparados o polvos que se mezclan con agua o leche) hasta que se haya probado el enfoque «Food First».
  • El apoyo nutricional se recomienda para la persona con anorexia o desnutrida que no puede mantener su peso corporal sólo con la ingesta de alimentos.
  • Los suplementos nutricionales por vía oral son un complemento de la ingesta de alimentos y no un sustituto; deben administrarse entre las comidas, no a la hora de comer.

Definición de la malnutrición

La malnutrición en el adulto mayor es tanto una «causa como una consecuencia de la mala salud».

Hablamos de malnutrición cuando nos referimos a una deficiencia de proteínas y energía, con o sin deficiencias de micronutrientes. Dichas deficiencias se asocian a una disminución del funcionamiento corporal.

Las consecuencias de la desnutrición en el adulto mayor son fisiológicas, bioquímicas y psicológicas. Incluyen la reducción de la inmunidad, el retraso en la cicatrización de las heridas y la disminución de la fuerza y masa muscular, que a su vez tienen efectos perjudiciales en la recuperación y la rehabilitación.

El impacto psicosocial de la desnutrición también es significativo, con cambios en el estado de ánimo, la actitud, la autoestima y la reducción de la socialización.

¿Qué es la anorexia en las personas mayores?

La anorexia en las personas jóvenes está asociada a una falsa percepción de su imagen corporal y un miedo intenso a engordar, es lo que se llama anorexia nerviosa.

Sin embargo, la anorexia en personas mayores no suele estar relacionada con la imagen corporal, sino que es consecuencia de que tienen menos hambre que los jóvenes, hacen comidas más pequeñas, toman menos tentempiés entre comidas y comen más despacio.

El apetito y la ingesta de alimentos suelen disminuir con el envejecimiento. Entre los 20 y los 80 años de edad se produce, por término medio, una disminución de la ingesta energética de aproximadamente el 30%.

Cuando esta disminución de la ingesta de energía es mayor que la disminución del consumo de energía que también es normal con el envejecimiento, se produce una pérdida de peso.

La mayoría de las personas pierden peso a medida que envejecen, pero la cantidad perdida es variable y los que ya están delgados, también pierden peso. El problema de esta pérdida de peso es que no sólo se pierde el tejido adiposo no deseado, sino también el músculo esquelético magro.

La pérdida de tejido magro se asocia con la reducción de la función muscular, la masa ósea y la función cognitiva, la anemia, la disfunción del sistema inmunitario, la lentitud en la cicatrización de las heridas y la recuperación de la cirugía y, en consecuencia, un aumento tanto de la morbilidad como de la mortalidad.

Aunque el músculo magro puede recuperarse en las personas más jóvenes, esto no suele ocurrir en las personas mayores. Esto significa que el bajo peso se convierte en un problema de salud más importante en la edad avanzada que el sobrepeso.

El aumento de la edad tiene varios efectos en la función gastrointestinal. La secreción de ácido gástrico, factor intrínseco y pepsina disminuye, lo que reduce la absorción de vitamina B6, B12, folato, hierro y calcio. Otros problemas gastrointestinales como la gastritis y los cánceres gastrointestinales pueden reducir el estado nutricional.

Un estado hipermetabólico en el que hay un mayor uso de energía en reposo puede estar causado por distintos problemas de salud como infecciones respiratorias o urinarias agudas, sepsis, cirrosis hepática, hipertiroidismo y el estado hiperactivo que se encuentra en algunas personas con demencia o enfermedad de Parkinson….

Además de la «anorexia del envejecimiento», existen razones físicas, sociales, culturales, ambientales y financieras para seguir dietas estrictas inadecuadas.

¿Qué es la hiporexia en el adulto mayor?

La hiporexia significa una reducción del apetito, mientras que la anorexia se define como la falta total de apetito por la comida. La anorexia prolongada es perjudicial y conduce a la atrofia de las vellosidades y a la reducción de la barrera epitelial y de las funciones inmunitarias, reduciendo la esperanza de vida en las personas de la tercera edad.

Causas de la hiporexia y anorexia en adultos

Veamos ahora cuales son las principales causas del deterioro de la ingesta, que pueden conducir a hiporexia y/o anorexia.

Falta de apetito

Cualquiera de las siguientes problemáticas pueden llevar a una pérdida del apetito en el adulto mayor: enfermedad aguda, dolor o náuseas al comer, depresión o ansiedad, aislamiento social o vivir solo, duelo u otro acontecimiento vital importante, aversión a la comida, resistencia al cambio, falta de comprensión de la relación entre la dieta y la salud, creencias sobre las restricciones dietéticas, alcoholismo, sentido del gusto u olfato reducido.

En estos casos es recomendable ofrecer comidas con mayor concentración y evitar alimentos voluminosos para facilitar la digestión del adulto mayor.

  • Podemos añadir leche en polvo o aceite a los purés para que sean más nutritivos.
  • No beber agua durante las comidas para evitar llenar el estómago, sino hacerlo antes o después de ellas.
  • Si tenemos problemas para tragar, sugerimos tomar agua fría antes de comer que estimula este reflejo de masticación y deglución.
  • Si tienes la boca seca, evita tomar alimentos salados y opta por comidas húmedas y blandas. 

Incapacidad para comer

Confusión, disminución de la conciencia, demencia, debilidad o artritis en los brazos o las manos, disfagia, vómitos, EPOC, condiciones dolorosas en la boca, mala higiene bucal o dentición, restricciones impuestas por la cirugía, falta de ayuda para comer para los que están en hospitales y casas de reposo.

Falta de alimentos

Pobreza, dieta de mala calidad (en el hogar, en el hospital o en la casa de reposo), problemas para hacer la compra y cocinar, preferencias étnicas no atendidas, especialmente en los hospitales y casas de reposo.

Medicamentos

Los medicamentos específicos para enfermedades cardiacas, parkinson, depresión, demencia… pueden provocar anorexia, disminución o alteración del gusto, sequedad de boca, confusión, alteraciones gastrointestinales, incluyendo náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, dispepsia.

El uso incorrecto de los medicamentos también puede causar problemas.

Deterioro de la digestión y/o de la absorción

Problemas médicos y quirúrgicos que afectan al estómago, el intestino, el páncreas y el hígado, cáncer, infecciones, alcoholismo

Alteración de las necesidades

 Aumento o cambio de las demandas metabólicas relacionadas con la enfermedad, la cirugía, la disfunción de órganos o el tratamiento.

Desnutrición relacionada con la enfermedad

Algunos estados de enfermedad aguda también aumentan el riesgo de desnutrición.

Por ejemplo, diversas enfermedades crónicas respiratorias, gastrointestinales, hepáticas y renales, el cáncer, el VIH, el SIDA, los accidentes cerebrovasculares y la cirugía.

Los cambios metabólicos causados por la cirugía, las mayores exigencias requeridas para una curación satisfactoria, la sepsis y el estrés del propio procedimiento quirúrgico, aumentan las necesidades de energía.11 Para suministrar esta energía, las proteínas almacenadas en forma de músculo se descomponen y se liberan aminoácidos.

Las necesidades nutricionales deben satisfacer este aumento de las necesidades. Además, los pacientes mayores pueden estar ya desnutridos debido a la enfermedad que les ha llevado a la cirugía.

Una vez dados de alta, las necesidades nutricionales seguirán siendo mayores durante la fase de recuperación, aunque es posible que nunca se recupere el músculo perdido.

Los suplementos nutricionales orales pueden ser útiles durante el periodo de recuperación, especialmente si hay modificaciones en la ingesta dietética como consecuencia de la cirugía, por ejemplo, modificación de la textura, dieta baja en residuos.

Cáncer: Las personas con cáncer suelen estar desnutridas. Los cambios físicos y metabólicos pueden verse agravados por problemas sociales y psicológicos. Los efectos adversos del tratamiento, como los cambios en el gusto, las náuseas o las dificultades para tragar, también provocan una reducción del consumo de alimentos y nutrientes.

El cáncer puede dar lugar al síndrome caquéctico, que es un estado de cambios metabólicos complejos asociados a la anorexia, la pérdida progresiva de peso y el agotamiento de las reservas de tejido adiposo y músculo esquelético. La pérdida de peso afecta negativamente a la tolerancia al tratamiento y a los resultados de supervivencia.

Tratamiento de la anorexia en ancianos

El asesoramiento nutricional adaptado de forma individual debe darse en una fase temprana para ayudar a prevenir las deficiencias nutricionales.

La pérdida de apetito, el dolor, las náuseas y los vómitos contribuyen a una ingesta oral deficiente. Los suplementos nutricionales orales pueden ser beneficiosos cuando no se tolera una dieta equilibrada normal; estos suplementos ayudan a prevenir la desnutrición, pero no son la solución definitiva a la anorexia en ancianos.

Estrategias de apoyo nutricional para personas mayores

El apoyo nutricional no se limita a proporcionar complementos en forma de suplementos nutricionales orales (líquidos preparados o piensos en polvo) o alimentación enteral.

El primer paso debe ser siempre maximizar la ingesta nutricional de una persona a partir de la comida y la bebida habituales, lo que a menudo se denomina «Food First».

El enfoque Food First incluye el aumento de la frecuencia de las comidas, la maximización de la densidad de nutrientes y energía de los alimentos y las bebidas y el enriquecimiento de los alimentos con la adición de grasas y azúcares. En el cuadro 1 se resumen las estrategias para optimizar una nutrición oral adecuada.

Formas de optimizar la nutrición oral en las personas mayores

Problema: Ganas de comer y pérdida de apetito         

  • Revisar la medicación: modificar en lo posible para minimizar los efectos adversos.
  • Fomentar «poco y a menudo»: tres comidas pequeñas con tentempiés intermedios regulares de alimentos ricos en energía y proteínas. Animar a las personas a comer cada dos o tres horas.
  • Aprovecha los momentos de mayor sensación de apetito, por ejemplo, si tienes hambre por la mañana incluye un desayuno cocinado: huevos, judías al horno, queso en una tostada
  • Sirve comidas y tentempiés de tamaño y aspecto atractivos: las comidas grandes pueden ser desagradables, utilice platos pequeños y maximice el «atractivo» de la comida.
  • La comida tiene que ser consumida para que sea beneficiosa: anime al paciente mayor a seleccionar sus alimentos favoritos que puedan ser consumidos en cualquier momento, por ejemplo, cereales para la cena, sopa para el desayuno.
  • Las bebidas pueden producir la disminución del apetito: sugiere que las bebidas se tomen después de las comidas en lugar de antes y durante las mismas.
  • Encuentra formas y actividades estimulantes del apetito: un pequeño paseo o actividad física antes de las comidas puede ser útil.
  • Ten en cuenta el entorno de las comidas: haga que los momentos de las comidas sean agradables y evite las interrupciones o las prisas durante las mismas.

Problemas de masticación: fomenta un cuidado dental y bucal adecuado

Prueba con alimentos blandos que requieran poca masticación; los cortes tiernos de carne cocinados en salsas suelen ser más fáciles de manejar

Dificultades para tragar      

  • Considerar la posibilidad de remitir a una evaluación de logopedia.
  • Modificar la consistencia de los alimentos según convenga.

Fatiga o dificultad para obtener o preparar alimentos 

  • Utilizar alimentos precocinados: comidas congeladas, productos enlatados (sopa, fruta, judías, pescado), postres preparados (natillas, yogur, arroz con leche), barritas, cereales para el desayuno.
  • Conseguir el apoyo de la familia y de los cuidadores, piense en el servicio de comidas sobre ruedas
  • Aprovecha los días buenos: prepara bocadillos y comidas para comer más tarde o para guardarlos en el congelador
  • Enriquecer los alimentos con grasas y azúcares adicionales: añadir aceite, mantequilla, margarina, nata, queso, aderezos, salsas, azúcar, miel y cremas para untar a las comidas y tentempiés para aumentar la ingesta de energía

Problemas de falta de movilidad     

  • Considera la posibilidad de ser evaluado por un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional
  • Asegúrate de que dispones de ayuda para hacer la compra y preparar la comida

Dolor crónico              

  • Encuentra y trata la causa cuando sea posible – comprueba el uso de analgésicos.
  • Aislamiento social, depresión.
  • Comidas con la familia, amigos y servicios sociales.
  • Comprobar el uso de la medicación, considerar el asesoramiento.

En algunas situaciones, el enfoque Food First puede ser suficiente para corregir los resultados de la malnutrición. En el caso de los pacientes que presentan un riesgo muy elevado de malnutrición o para los que las medidas dietéticas de primera línea no son suficientes, debe considerarse la posibilidad de utilizar suplementos nutricionales orales en combinación con el enfoque Food First.

Sugerencias alimentarias prácticas para las personas desnutridas

Las directrices de alimentación saludable promueven la elección de alimentos bajos en grasa y azúcar.

Sin embargo, los pacientes mayores desnutridos o que pierden peso involuntariamente deben recurrir a las grasas y al azúcar como fuentes concentradas de calorías.

El beneficio de los alimentos densos en energía en estas circunstancias debe explicarse a los pacientes mayores y cuidadores para ayudar a su cumplimiento.

Lo ideal es que las grasas sean saludables para el corazón (aceites, margarinas, semillas y frutos secos), pero la prioridad es asegurar una ingesta energética densa. Pueden utilizarse las calorías de la mantequilla, la nata, la leche entera y el queso.

Las sugerencias generales para un enfoque de Food First pueden ser las siguientes

  • Tres comidas pequeñas con tentempiés entre ellas cada día.
  • Dos platos para cada una de las tres.
  • Añadir aceite, mantequilla, margarina, nata, queso, aderezos, salsas, azúcar, miel y pastas para untar a las comidas y los tentempiés para aumentar la ingesta de energía.
  • Elija líquidos nutritivos como bebidas lácteas, sopas o zumos de frutas en lugar de agua o té.
  • Haz del postre una opción habitual en lugar de un capricho.
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